Unas treinta millones de langostas han invadido inesperadamente todo Egipto y devastado el país.
Los ciudadanos de El Cairo, capital de Egipto, fueron testigos
de un fenómeno natural verdaderamente sorprendente e inesperado, ya que,
observando hacia el cielo, se encontraron con una auténtica ola de
langostas que parecían formar una lluvia torrencial.